Historia de los Reyes Magos
Da igual que creas en la historia o en el mito. Ya lo dijo Tom Clancy: “La diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción tiene más sentido”. La historia de los Reyes Magos está llena de simbolismos y significados poéticos, como lo están los libros sagrados de muchas religiones.
Muchos se preguntan por qué los Reyes Magos de Oriente hicieron estas ofrendas a Jesús en su nacimiento. Sobretodo nos llama la atención el protagonismo de la mirra. Por supuesto, tiene su explicación.
El por qué de cada regalo
Los tres regalos aludían a las tres personas de Jesús. El oro, como Rey de los judíos (“Padre” de su pueblo), fue el regalo que le hizo Baltasar. El oro era entonces un metal muy preciado asociado a los monarcas.
Por otro lado, el incienso, regalo de Gaspar, era un objeto que se asociaba a lo divino (Espíritu Santo). La explicación de que el incienso se asociara a lo divino está en ese carácter etéreo que tienen los olores. Algo que no podemos ver, sólo podemos intuir y oler, pero nos transmite quizá más que el resto de las cosas.
La mirra es el gran olvidado. Este objeto hace alusión a la última persona de Jesús (la figura de hombre, o “Hijo”). Fue el regalo que le hizo Melchor a su madre. En Melchor, como buen europeo, primó el espíritu pragmático. En aquel entonces los hombres tenían, con diferencia, una esperanza de vida bastante menor a la de la mujer. No se puede decir que las mujeres gozaran de una vida larga y satisfactoria, desde luego, pero el hombre, por razones naturales (como ocurre hoy en día también) o por motivos de guerras, disfrutaba de una vida muy corta. Melchor regaló a María la mirra, este objeto se utilizaba para ungir el cuerpo del muerto. El regalo se lo hizo sabiendo que al ser hombre moriría joven.
Estos 3 regalos hacen referencia a la Santísima Trinidad, las tres personas de Jesucristo, algo que define la ortodoxia de la iglesia desde el concilio de Éfeso.
Oro, incienso y café
Gracias al paso del tiempo, la situación de la mujer y el hombre ha cambiado. Aunque todavía quede mucho camino por recorrer, la mirra ya no sería un regalo práctico.
Si Jesús de Nazaret hubiera nacido unos siglos más tarde Melchor bien le podría haber regalado café al niño. El café, siendo una de las bebidas más consumidas en el planeta, simboliza el espíritu práctico, la actividad y la conciencia. Está muy ligada al trabajo y nos hace experimentar un placer cotidiano que además es bueno para nuestra salud. La bandera del ser humano de hoy es el café.
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