El café. Nuestro gran amigo el cafe. Tiene 2 grandes grupos en los que se pueden clasificar sus propiedades. El primero es el estimulante, el que nos hace despertar. Nos activa. El segundo es el que tiene que ver con lo social, con su capacidad para transmitir una sensación que como cultura, y quién sabe si tendrá algo que ver con su naturaleza, asociamos al acto de socializar. Pensándolo bien, puede que ambos grupos sean el mismo.
En los trabajos suecos, desde hace años, se lleva realizando la tradicional fika. Que si bien un portugués podría traducir por algo no muy positivo (quedarse) es más bien todo lo contrario. La fika es una pausa en las horas de trabajo para sentarse con tus compañeros, tomarse un café y charlar.
Sweden is different
La diferencia entre nuestra pausa para el café y la sueca no sólo está en su branding, sino en la filosofía con la que afronta cada cultura esta pausa tan natural. En España estamos acostumbrados a avergonzarnos ante el superior por “perder” horas de trabajo en ocio. Esto hace que cuando dediquemos tiempo al ocio en el puesto de trabajo, lo hagamos solos, a escondidas, rápido y puede que incluso la empresa en la que trabajes ponga de su parte para luchar contra tu evasión profesional.
La filosofía sueca de la fika, al contrario que la mediterránea se concentra en la relajación del trabajador para aumentar su productividad. Las horas destinadas a esta pausa está totalmente integradas en el horario del trabajador como hacer un informe sobre el tamaño de las tuercas de los muebles, y perdón por el cliché.
Esto sucede así, de forma orgánica, porque está completamente asimilado en la cultura profesional que librarse del estrés es algo que beneficia profundamente, no sólo la creatividad, que puede traer grandes ideas a tu empresa, sino también la forma en la que este trabajador desempeña las tareas propias de su puesto.
Café para todos
Como todo lo muy bueno o lo muy malo, el café también estuvo prohibido en diferentes culturas en muchas etapas históricas diferentes. En Europa alcanzó su popularidad como elemento de la socialización sobre todo a partir de finales del siglo XVIII. Los cafés empezaron a convertirse alrededor de todo el mundo en lugares donde charlar y disfrutar de diferentes espectáculos.
¿Pero todo el mundo ha visto el mismo beneficio en la toma de café junto con colegas profesionales? La verdad es que no. El tipo de bebidas que se toman en los trabajos físicos son otras.
El café tiene como principal propiedad la vigorizante. Sabiendo esto, ¿no ves lógico que los trabajadores físicos acompañen sus pausas de bebidas relajantes y los trabajadores de oficina la acompañen de café?
La prueba de lo bien que ha sido asimilado en la sociedad esta mentalidad sueca de la que hablamos es el éxito de cadenas de cafeterías como starbucks. Todavía no está muy asimilado en países como España pero el hecho de tener la posibilidad de conectarte a internet en una cafetería es algo fundamental para poder disfrutar de esta experiencia a la que ya le falta un término en inglés ¿qué os parece Social Working?
La combinación perfecta
El hecho de que la bebida preferida para la fika sea el café tiene mucho sentido. La unión del break propio de la fika y la estimulación del café hacen que el trabajador no se evada totalmente de sus responsabilidades. Que tome esa pausa como un tiempo para disfrutar pero que no pierda las ganas de trabajar. Puede, de hecho, que el día que a un sueco se le ocurra llevar a una agradable charla entre colegas unos tragos de lo que los indios llamaban “agua de fuego” la historia del país comience a cambiar. Mientras tanto, seguiremos admirando su cultura y productividad.
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