No es algo exclusivo del mercado del café. Hoy en día existen productos para todos los nichos de mercado, y si no es así, al menos, eso se pretende. Si bien el café siempre ha tenido muchas variantes (sólo, con leche, cortado, manchada, etc.) todas estas formas de tomar café se basan en una, la solución en leche. Sólo hemos elegido la proporción café/leche que queríamos en nuestra taza.
Sin embargo, que afloren nuevas maneras de beber café es algo completamente normal en una sociedad cambiante. Cuando existe una nueva demanda pronto aflora una nueva forma de satisfacerla. Quizá, a veces, antes de que esa demanda exista ya aparece el producto que la satisface.
Café de brócoli, en qué consiste
Al escucharlo, podríamos llevarnos a un engaño. No se trata de un café para veganos, más bien al contrario. Se trata del café que tomaría una persona al que le desagrada el sabor de la verdura pero que valora la vida sana. Suena raro, y lo es, pero sólo el tiempo dirá si es una moda que llega para quedarse o no. Dependerá, entre otras cosas, de si el beneficio es notable o no.
¿Cómo conseguimos “brocolizar” nuestro café? Se hace a través de unos polvos verdes que se extraen del brócoli y que se disuelven en la taza de café. Los polvos, que también tienen otras aplicaciones en repostería, se obtienen del tallo y los flósculos del brócoli. Se seca y tritura para obtener estos polvos que intentan mantener todos los nutrientes originales de la verdura.
Aunque este tipo de col tiene muchos beneficios para la salud, el principal beneficio de este café es que las 2 cucharadas con las que se prepara un café de brócoli equivalen a una ración de las cinco de frutas y verduras necesarias para pasar el día.
Fuente: El Español
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