Quizá nunca lo hayas pensado, pero la bebida que todas las mañanas eliges para retomar energías dice de ti mucho más de lo que imaginas. Repasamos las principales modalidades de café y los principales rasgos de la personalidad que se esconden detrás de cada elección.
Café solo o negro: típico de personas tradicionalistas, pragmáticas y puras. Eficientes y sencillas, pueden llegar a ser algo serias y resistentes al cambio. Grandes administradores, no solo del tiempo, sino también del dinero.
Café con leche o cortado: suele ser la bebida elegida por personas más complacientes, conformistas y atentas. No les gusta hacer frente a los imprevistos o “sinsabores” del día a día, sino que prefieren suavizar los momentos más amargos, tal como hacen con su café al añadir leche. A veces son indecisas y tienden a cuidar y a ayudar demasiado a los demás, olvidando de hacerlo con ellas mismas.
Café con hielo: el preferido por personas con una fuerte personalidad, aventureras e influyentes en su círculo de amistades. Les gusta probar retos nuevos, ya que suelen aportar una alta dosis de imaginación y originalidad a la vida. Por el contrario, pueden llegar a ser imprudentes.
Café descafeinado: al igual que aquellos amantes del café que optan por combinaciones complejas -beberlo en vaso y no en taza o tomarlo con leche de soja- muestran su lado más perfeccionista y obsesivo por ciertas cosas del día a día. Igualmente, buscan la perfección en su figura y cuidan al milímetro su salud. Ordenados, con un estricto control de sí mismos y sensibles ante los cambios.
Café instantáneo: son personas que viven al minuto, nunca hacen planes y afrontan la jornada tal como viene. Son relajadas y pacientes. Aunque, quizá, en ocasiones pecan de falta de rumbo.
Café mezclado con licores u otras bebidas: si te decantas por este tipo de café, seguramente serás una persona social, extrovertida y creativa. Siempre buscas soluciones rápidas y cambias a menudo de opinión.