La historia del Café Expresso comenzó en 1901, buscando una manera más rápida para preparar el café, Luigi Bezzera, dueño de una empresa de fabricación en Milán, añadió el elemento de la presión al proceso de elaboración. De esta manera la primera máquina para hacer café de forma más rápida y eficiente fue creada.
Reducir el tiempo de preparación de café durante el descanso de sus empleados, fue lo que llevó a Luigi Bezerra a realizar este invento. De este modo sus empleados podían tomar un café de calidad pero optimizando el tiempo de preparación.
A parte de ganar tiempo, se dió cuenta que el café tenía mejor sabor y que se aprovechaba mejor la calidad de los granos, ya que con una preparación más rápida no se perdían los aromas ni las cualidades del café.
Su método se hizo famoso y reconocido, hasta el punto que Desiderio Pavoni en 1927 decidió comprar los derechos a Luigi Bezerra por la máquina inventada. Pavoni comenzó así la comercialización de máquinas de café y a partir de entonces cambió la manera y la forma de tomar café.
La máquina fue mejorada en 1938 por Cremosini y más tarde por Gaggia en 1946 para realizar un café más espumoso y cremoso. Además se percataron de que el calor del agua podía afectar a la calidad del resultado, con lo cual, mejoraron las técnicas y la tecnología para un café perfecto.
Hoy en día podemos disfrutar del café en cualquier hora y de cualquier forma gracias a las máquinas automáticas que encontramos en las empresas y oficinas. Estas máquinas extraen un Expresso de la mejor calidad para el usuario sin necesidad de gran esfuerzo, pulsando un simple botón. También ofrecen el café siempre a la misma temperatura y así evitar el riesgo de restarle sabor o aroma.